Si hay algo que Miguel Ángel y su hermana Estefanía tienen, además de juventud, son los conceptos claros: variedades, plantaciones, tipo de cultivo, formas de elaboración y de presentación del producto. Son jóvenes, ávidos, arriesgados y con un futuro prometedor.
‘Nuestros padres son viticultores, llevan años juntando viñedo y vendiendo la uva a grandes bodegueros. Pero mi hermana y yo decidimos hace tres años que era la hora de dar el salto y pasarnos al mundo de la elaboración porque el trabajo del viticultor, tal y como lo realizan nuestros padres, no está valorado’, explica Miguel.
Y así es. La familia Morán & López llevan años trabajando de forma minuciosa y concienzuda las viñas. Adquiriendo parcelas, juntando hectáreas, replantando en espaldera, cultivando profesionalmente los suelos y las viñas y haciendo todo lo necesario para ganar en rentabilidad y obtener el mejor resultado. ‘Analizamos cada parcela y hacemos todo lo necesario: abonos nitrogenados para la tierra, sellar los cortes de la poda con pintura cicatrizante, dejar cubiertas vegetales como protección frente a la erosión y las escorrentías y hasta canalizar un sistema de desagües para dirigir el agua de las lluvias…’.
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