¿Qué aportan las ‘lías’ a los vinos?
Antes de nada, debemos de saber a que nos referimos al hablar de las lías:
Las lías son la materia que se deposita en los recipientes que contienen vino después de la fermentación, durante el almacenamiento o después de un tratamiento autorizado, así como el residuo obtenido mediante filtración o centrifugación de ese producto.
Hablar de las
lías es cuando nos referimos a aquellas levaduras muertas y otra serie de sustancias procedentes de la uva. Una crianza de vino sobre sus lías sería el proceso de envejecimiento de un vino, en barricas, en depósitos de acero inoxidable, en ánforas, …, que se realiza en contacto con las levaduras muertas generadas tras la fermentación alcohólica.
Las lías son microorganismos, principalmente levaduras, encargadas de realizar la fermentación alcohólica, y en menor grado bacterias, sobre todo si el vino no realizó la fermentación maloláctica que, al terminar su actividad, se mueren y se van descomponiendo, proceso conocido como autolisis. En esta descomposición, van cediendo compuestos (las manoproteínas son las más deseadas) que se encuentran principalmente en su pared celular, consiguiendo mejorar las características del vino.
Para ayudar a la oxigenación se lleva a cabo el ‘battonage’, lo que supone poner las lías en suspensión. Esta técnica se puede elaborar tanto en barrica como en depósito de acero inoxidable, de ahí que hablamos de vinos con trabajo de lías y con crianza o no posterior en barricas de madera, ya que el que un vino tenga trabajo de lías no implica que tenga paso por madera.
La diferencia entre ambas ubicaciones se encuentra en que mientras en los depósitos de acero inoxidable se hacen una serie de remontados para poner las lías en suspensión, en el bastoneo en barrica se emplea una vara de acero que se mueve de arriba a abajo simulando un ocho. De esta forma, las lías que estaban situadas en el fondo de la barrica, consiguen subir.
Lo que aporta a los vinos
El trabajo de lías se puede realizar en cualquier tipo de vino, pero si es más común en vinos blancos que en tintos.
Los vinos con trabajo de lías son vinos con más volumen en el momento de la cata, más intensos en el paso por el paladar, más complejos y profundos en su cata en nariz, ya que ayuda a la estabilización del vino y a aumentar la persistencia de los aromas, enfatizando sobre todo los aromas varietales de cada va.
A efectos visuales, la crianza en presencia y en ausencia de lías puede producir una pérdida de la intensidad de color, modificaciones en la tonalidad y fenómenos de pardeamiento y oxidación de los compuestos fenólicos que afectan a la calidad organoléptica de los vinos espumosos principalmente.
Nuestro Heredad 26 Godello Lías
Como ejemplo os dejamos nuestro Godello monovarietal Heredad 26 en el que tenemos un trabajos de 6 meses de lías.
Un vino que en vista deja un color amarillo pajizo, de intensidad media, brillante y limpio. La intensidad cromática presenta intensidad por el aporte de las lías, como os comentábamos antes.
La nariz aumenta en intensidad, más profunda, pero como nuestro trabajo se realiza en
depósitos inox, no pierde la frescura de la varietal, llena de fruta, blanca, cítricos, ligeros tropicales por el trabajo de las lías, aportes florales. Minearalidad.
La boca es más compleja que un vino sin lías, muy fresca de entrada, muy buena acidez. Las lías le dan una buena estructura sin perder en ningún momento el aporte a fruta. Untuosos, sabroso, más cuerpo gracias a las lías.
Os animamos a que lo catéis y comprobéis lo que realmente le dan las lías a los vinos.